¿Te has parado a pensar en qué se diferencian los 6 tipos de expresión de más arriba? Seguramente sean palabras que utilizas comúnmente. Te invito a que reflexiones brevemente (o no, tómate tu tiempo si quieres) sobre lo que significan para ti antes de continuar leyendo.
Bien, ahora que ya has reflexionado un poco, me gustaría decirte que lo que voy a expresar aquí es solo mi opinión, mi manera de ver el mundo, mi interpretación de la realidad, aquello que todos observamos. Quizás compartas mi opinión y quizás no. Cuando das tu opinión, normalmente hay espacio para otras opiniones. Si quieres, me puedes dar feedback sobre lo que estoy escribiendo y contarme lo que despierta en ti este artículo con el fin de que yo aprenda algo. No importa si emites un juicio. Si no te das cuenta de que lo estás emitiendo y yo sí, te diré que, en mi opinión estás siendo muy categórico, que ni tú ni yo somos dueños de la verdad, que no es absoluta, que no estás dejando espacio para otras maneras de ver las cosas. Si te das cuenta de tu juicio, ¡enhorabuena! te has dado cuenta de que quizás ese hecho que estabas convencido de que era verdad y no se podía ver de otra manera, ha pasado a ser un punto de vista más, otra opinión posible y has dado espacio para otras verdades. Ha pasado de ser la verdad, a tu verdad. O simplemente has notado que has hecho una valoración donde sabes que estás asumiendo cosas que se pueden interpretar de forma distinta. Esto pasa porque a veces es difícil encontrar hechos, cosas que todo el mundo vea de la misma manera, pero no te preocupes, es bastante común que tu verdad y la mía sean complementarias y no se anulen la una a la otra, son pedacitos de esa realidad.
A mí me gusta decir que no podemos evitar tener juicios, pero sí podemos darnos cuenta de que los tenemos y gestionarlos, ver qué hacemos con ellos. Por ejemplo, cuando tengamos un juicio, podemos hacer ver a los demás que no tienen porqué ser su verdad, que solo son nuestra opinión, nuestra manera de ver el mundo, nuestra interpretación de la realidad.
Después de este rollo que te he soltado, para mí…
- …la realidad es lo que observamos, interpretamos y damos significado.
- …un hecho es un pedacito de esa realidad, algo que objetivamente se puede comprobar, aunque pueda ser interpretada de diversas maneras.
- …una opinión es una manera de interpretar la realidad, un punto de vista.
- …una verdad es algo que es cierto para nosotros.
- …un juicio es aquello que hemos pensado que es un hecho, la verdad, pero en un momento dado nos hemos dado cuenta que no estábamos dejando espacio para otras opiniones. También puede ser una valoración subjetiva en la que haya datos que asumes que se pueden interpretar de otra manera.
- …el feedback es la comunicación que hago a otra persona, con una intención constructiva, de mi observación objetiva de la realidad en un determinado momento y lo que que ha significado para mí.
Ahora bien, todo lo anterior habla sobre el significado que doy yo a estas distinciones cuando las uso. De todas estas distinciones, me parece especialmente significativa la diferencia que tenemos entre juicio, opinión y feedback. ¿Cuándo usas una u otra? ¿Te animas con la reflexión?
Para terminar, ¿me das feedback sobre el artículo y tu opinión acerca del asunto?
Dando mi opinión sobre este artículo, creo que aportas una gran claridad en la distinción que haces en conceptos claves de nuestra comunicación.
Por ejemplo la diferencia entre feedback, juicio y opinión, que se ve a diario, y una misma muchas veces ha caído en esa trampa, de expresar opiniones y juicios como si eso fuera feedback, y expresado de esa manera pocas veces es realmente constructivo para la persona que lo recibe. Si quiero que el feedback sea de verdad un regalo para la otra persona, que contribuya a hacer crecer nuestra relación, veo necesario tomarme el esfuerzo de dejar a un lado mi juicio, que es lo primero que me suele venir a la cabeza, para buscar el hecho objetivo, la observación, y luego indagar más en mi para ver el impacto que eso ha provocado, mis sentimientos y necesidades y poder expresarlo abiertamente.
El otro día leía el libro «Coaching for performance» de John Whitmore y encontré que él lo expresa de manera diferente, desde otro punto de vista, en el contexto del coaching, mencionándolo como Niveles de feedback, en el que el más bajo es lo que para mi y para ti sería un juicio, ej: «Eres un inútil», y me gustó sobre todo porque explica claramente el impacto que dar este «nivel tan bajo de feedback» puede tener en el que lo recibe, devastando la autoestima y afectando a su comportamiento futuro (y a la relación entre ambos); hasta llegar a lo que él considera el nivel más alto de feedback, sin juicio y dando a la otra persona la oportunidad de dar una descripción detallada desde como él lo ha vivido: «¿Con qué te has sentido más satisfecho? Si lo hicieras de nuevo, ¿qué harías diferente? ¿Qué has aprendido?».
Me pregunto si ese es el nivel «Yoda» de feedback, el cual alcanzaríamos fuera de una sesión de coaching si tuviéramos un altísimo grado de compasión, de conexión con el otro, teniendo al mismo tiempo bien internalizado que hay múltiples verdades, tantas como personas, y quizás si nos aventurásemos más, múltiples realidades. 🙂
Me ha encantado leerte, reflexionar y filosofar contigo.
Hola Belén,
Muchas gracias por tus palabras hacia mí y tus aportaciones al tema.
La manera en la que a mí me conecta y es útil el diferenciar estas palabras es ver que espacio dejo a otras interpretaciones de la realidad, aprendo de ellas y por lo tanto puedo relacionarme mejor. No me digas por qué, pero me resulta liberador saber que mi percepción subjetiva no tiene que ser la misma que la de otra persona. Tal vez sea por aquellas veces en las que intento «tener razón» y me veo en una batalla para convencer al otro en vez de simplemente aprender de nuestras diferencias y avanzar. Mucho que mejorar aquí.
Un besazo!
En ese momento cuando intentas «tener razón» y convencer al otro es cuando me viene la pregunta; «¿Qué necesitas para un sí?»
Buenas Diego, me ha gustado mucho este artículo porque me parece que centra unos matices sobre la realidad y la verdad que siento difíciles de plasmar, asimilar y, no digamos ya, gestionar.
Gracias, ¡mucho camino por recorrer !
Saludos
MAN
Hola Miguel Ángel,
Gracias por tus palabras!
Un abrazo.
Hola Diego
Después de leerlo en un par de ocasiones con más detalle, comparto contigo todo lo que planteas pero me sale una definición de “realidad” la similar pero con matices a la que tu planteas. Estoy convencido de que lo conoces pero estoy muy influenciado por la escalera de la inferencia de Chris Argyris y el último trabajo que lo menciona es de Dave Gray (Liminal Thinking) en la que representa la realidad como un conjunto infinito de información “the unknonwable” y que prestamos atención a un conjunto pequeño (selección) y que de acuerdo a nuestra experiencias le damos forma (significado) y sacamos conclusiones.
¡Hola Pablo!
Totalmente de acuerdo en lo que dices. Para mi es clave el ser consciente de como percibimos la realidad y para ello utilizo mucho el modelo de Argyris. De hecho, ya mencioné la escalera de inferencias cuando hablamos David Roncero y yo sobre emociones en los equipos de trabajo (CAS 2014) y este año en la CAS de Sevilla también la utilicé para generar reflexión.
¡Muchas gracias por tus aportes!
Un abrazo!
Hola Diego, a casi un año de tu post, lo acabo de leer mientras buceaba en busca de material para talleres de desarrollo personal. Va mi opinión a modo de feedback. Más allá de las distinciones entre conceptos que tienden a confundirse en la práctica, me resultó esclarecedor y placentero, al mismo tiempo, el juego de palabras con que tejiste la presentación del tema.
Muchas gracias y un pleno 2019!!
Hola Diego, quería darte las GRACIAS por este articulo, lo releo cada dos o tres meses… y me resulta muy muy muy inspirador, esta claro que esto solo es una opinión 😉