El objetivo del Sprint como «brújula hacia El Dorado». Si recordáis el artículo anterior sobre el objetivo del sprint, hablábamos de éste como arma que nos permitía alejarnos de proyectos monstruo. Esta vez vamos a ir un paso más allá, buscando acercarnos a El Dorado. Para ello, haremos el mismo ejercicio que la otra vez. Pensemos en cuál es el objetivo de nuestro próximo sprint, y planteemos preguntas. «Un momento…, ¿tenemos en la cabeza cómo es El Dorado?» El primer paso, antes de ponernos a caminar en su búsqueda, será definir cómo es ese producto dorado al que queremos acercarnos. No escatimemos detalles, ¿qué ofrece? ¿cómo reaccionan nuestros clientes ante él? ¿cómo lo crea nuestro equipo?
«¿Estamos pensando en el largo plazo? ¿y lo suficientemente grande? » El objetivo del sprint se describe a nivel táctico para una iteración corta, pero cabe preguntarnos por cómo se relaciona y se alinea con nuestra estrategia de negocio. Que los árboles no nos impidan ver el bosque.
Larry Page, cofundador de Google, habla de un mindset 10x, y muchos de los productos de Google nacieron de esa filosofía de “pensar en grande”, de no intentar mejorar un 10% nuestro producto, sino pensar en cómo hacer que sea 10 veces mejor. Esta mentalidad nos acercará a El Dorado. «¿Estamos haciendo caso al feedback de nuestros usuarios? «Una de las grandes ventajas de Scrum es poder recibir feedback cada poco tiempo y reaccionar con criterio acorde a lo recibido. Sin embargo esto no significa hacer todo lo que digan nuestros usuarios, una vez más requiere dar un paso más allá.
«Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho que un caballo más rápido».
Henry Ford
Es por esto que nuestro objetivo del sprint puede relacionarse con lo que hemos aprendido de nuestros usuarios y clientes, o con lo que queremos aprender sobre ellos. «¿Realmente estamos usando el feedback para aprender? ¿Cómo validamos nuestros aprendizajes? «Resulta muy fácil plantear un objetivo erróneo, y luego decir que hemos fallado, pero hemos aprendido. La dificultad reside en demostrar que el aprendizaje es real y basado en datos.
«If we have data, let’s look at data. If all we have are opinions, let’s go with mine».
Jim Barksdale
Los principios de Lean Startup nos serán útiles en el camino para la definición de objetivos de sprint orientados al aprendizaje, esto suele traducirse en la validación de hipótesis, en ocasiones mediante tests A/B.
Meditemos cuál es la suposición más grande que estamos escondiendo tras nuestro producto o nuestros usuarios y clientes, y dediquemos el objetivo de nuestro siguiente sprint a validarla antes de que hayamos dedicado demasiados esfuerzos en perseguir un Dorado que en realidad no existe.«¿Estamos poniendo a las personas en el centro del proceso de diseño del producto?» Design Thinking nos ayudará a conocer mejor a todos los que se encuentran de algún modo envueltos en nuestro producto, tratando de entender sus experiencias diarias e influencias, identificando así temas que ayuden a centrar nuestro objetivo en una propuesta de valor.«Dirección: Alejándonos del monstruo y acercándonos a El Dorado». Si combinamos lo visto en el artículo anterior con las preguntas expuestas, podremos sacar el verdadero potencial del objetivo del sprint: un sentido de dirección en el que sprint a sprint nos alejemos del monstruo y nos acerquemos a nuestra meta.
Sólo con este sentido de dirección podremos evaluar si estamos en un camino suficientemente bueno, pudiendo dedicar más atención al “cómo”, haciendo zoom sobre los demás elementos de Scrum.
¡Qué buen artículo! Precisamente yo cursé un bootcamp en data science por el ID Digital School donde aprendí al estudio y análisis de datos. Ellos me pusieron en contacto con una empresa en la que estoy trabajando en la actualidad como data scientist tomando las decisiones de futuro en cuanto a la interacción con nuestros clientes. ¡Merece la pena echarle un vistazo!